Adaptando el ritmo al horario de verano

Parece que 2017 tampoco va a ser el año en que me reconcilie con la constancia... Escribo este post para poneros al día de algunas cosillas de mi vida que, inevitablemente, han acabado afectando al blog.

Si la primavera la sangre altera, en verano voy a hacer las cosas piano piano... Vale, la poesía no es lo mío, pero me he venido arriba con la rima. 

Como iba diciendo, que llega el verano y, aunque no quería hacer vacaciones en el blog (ya que solo publico una vez a la semana, que no es mucho), al final se me han juntado demasiadas cosas y he decidido, si no cerrar por vacaciones, sí saltarme un poco la agenda. 

Así que durante los meses de julio y agosto iré subiendo reseñas un poco aleatoriamente, dependiendo del tiempo que vaya sacando. Intentaré mantener el ritmo, pero me conozco, así que prefiero avisar ahora por si el caos toma las riendas. 

Qué es lo que ha pasado esta vez? En primer lugar que, AL FIN, he encontrado trabajo! Sí! Es una muy buena noticia, pero significa que mi tiempo libre (que hasta ahora venía siendo todo mi tiempo...) se va a reducir de manera drástica...

En segundo lugar, que como esperaba tener un verano tranquilito comí por los ojos y me apunté a un chorro de cursos y ahora tengo que replanificarme el verano para poder llegar a todo. Y a eso voy a dedicarme principalmente estos meses, a adaptarme a la rutina o a inventarme una nueva. 

Y en esas estamos, ilusionada y acojonadilla a partes iguales por lo que se me viene encima. Espero que septiembre ya haya puesto todo en su lugar y que la normalidad pueda volver a Palabras que cuentan, si es que alguna vez estuvo aquí....

Gracias por tu paciencia y por no mandarme a freír espárragos!

(PD: perdón por los posibles errores ortotipográficos, me he mudado temporalmente a un teclado alemán y me han escondido algunos signos y caracteres.)