Todo lo que negamos con mentiras se convierte en alimento para el mal :: Reseña de Todo esto te daré, de Dolores Redondo

Sinopsis de Planeta:

En el escenario majestuoso de la Ribeira Sacra, Álvaro sufre un accidente que acabará con su vida. Cuando Manuel, su marido, llega a Galicia para reconocer el cadáver, descubre que la investigación sobre el caso se ha cerrado con demasiada rapidez. El rechazo de su poderosa familia política le impulsa a huir pero le retiene el alegato contra la impunidad que Nogueira, un guardia civil jubilado, esgrime contra nobles mecidos en sus privilegios, y la sospecha de que ésa no es la primera muerte de su entorno que se ha enmascarado como accidental. Lucas, un sacerdote amigo de la infancia de Álvaro, se une a Manuel y a Nogueira en la reconstrucción de la vida secreta de quien creían conocer bien. La inesperada amistad de estos tres hombres sin ninguna afinidad aparente ayuda a Manuel a navegar entre el amor por quien fue su marido y el tormento de haber vivido de espaldas a la realidad, blindado tras la quimera de su mundo de escritor. Empezará así la búsqueda de la verdad, en un lugar de fuertes creencias y arraigadas costumbres en el que la lógica nunca termina de atar todos los cabos. 

Creo que todos los lectores nos sentimos fascinados por el proceso de escritura e, inconscientemente, lo rodeamos con un velo de mística. Tenemos curiosidad por saber cómo funciona, como se mueven sus hilos, pero a la vez nos quedamos atrapados en esas ideas románticas. 

Todo esto te daré describe ese proceso desde dos puntos de vista diferentes. Primero, como una herida. En su primera novela, Manuel (el protagonista) hace una transferencia directa de su dolor al papel. Se vacía. Por otro lado, se plantea la escritura como una manera de ganarse la vida, publicando obras de calidad, regidas por determinados patrones que aseguran la venta de ejemplares. 

Pero no es sino gracias a esa primera novela que Manuel consigue conectar con Álvaro, su marido, quien tiene claro que solo escribiendo desde las entrañas se puede crear una obra auténtica. Una autenticidad a la que Manuel ha renunciado voluntariamente para así poder seguir eludiendo el dolor que le producen los recuerdos. 

Sé que la novela no centra su trama en esto, pero a lo largo de la lectura estos pensamientos han ido entrando y saliendo de mi mente y me han hecho plantearme cómo vivo yo el acto de escribir. 

Más allá de estas reflexiones, diré que a pesar de que El guardián invisible me gustó (sobre todo la manera que tiene la autora de bucear en las miserias y los lados oscuros de los personajes), empecé la novela sin grandes expectativas y con muchos prejuicios. Me duraron diez páginas, porque el hilo de la narración me ató enseguida de manera fulminante. 

La obra empieza cuando Manuel descubre no solo que su marido ha muerto, sino que éste llevaba una doble vida. En ese momento, en medio de un torbellino de emociones, emprende un camino lleno de baches que le lleva a re-conocer y reconocer a Álvaro. 

De nuevo, Dolores Redondo muestra un gran arte para la creación de personajes. Álvaro me ha parecido uno de los mejores de la novela aún sin ser parte activa de la acción. Pero el dibujo que se hace de él, tanto a través de la gente que le conocía como de sus actos, es brillante. Y a pesar de la sombra de la duda, que planea sobre él a lo largo de la narración, al final del libro tenemos una imagen perfectamente clara de su persona. 

En realidad la mayoría de los personajes de la novela me han parecido muy carismáticos, llenos de luces y de sombras. En el libro nadie es lo que parece. 

Ahora que releo el texto, me doy cuenta de que, al escribir el párrafo anterior, estaba pensando solo en los personajes masculinos. Si me paro a reflexionar, aunque los femeninos se intuyen fuertes y tienen un papel determinante en la trama, me da la impresión de que se esconden un poco entre las sombras, arrebatados de protagonismo. 

En resumen, es una novela que trasciende etiquetas y géneros y que invita a la reflexión. La trama, a medio camino entre el drama familiar y la novela policial, y llena de intrigas, me ha tenido enganchada a sus páginas durante horas. Pero el ritmo de la novela recuerda más al movimiento de las olas, donde los acontecimientos fluyen de manera natural a la vez que con cada retroceso del mar se van descubriendo nuevas pistas. 

Mi puntuación